jueves, 1 de septiembre de 2016

XXI - XXX

XXI
Vamos a esperar el momento,
aferrándonos a la escucha,
sin prisa, con detenimiento,
confiando, desechando la duda.

XXII
Y aún sigues esperando
que algo diferente llegue,
que en vez de restar, sumando,
un nuevo ciclo empiece.

XXIII
Esperaré en esa vía férrea,
en el rompeolas de tus dedos,
en la colina de mis recuerdos,
en la fugacidad heterogénea.

XXIV
Perdí un largo y precioso tiempo,
en la columna, de un conocido coto,
y esperando apareció un sentimiento,
cuyos efectos, desaparezcan, imploro.

XXV
Ases, ya, la caminada muerte,
el declive, como la mar sumergida,
la primavera no volverá a verte.
Te buscará en tu obsoleta morada, confundida.

XXVI
Un alma que desembarca,
y otra que navega
en el borboteo de tu mirada,
en tus pupilas de mar en pena.

XXVII
Y me dejaste ahogado,
amarrado a tu presencia,
perdiendo mi pura esencia
sin cura ni remedio; asfixiado.

XXVIII
Y es que se marchó,
escribiendo "libertad" en su portada,
como una golondrina, que arrinconada,
decide emigrar a otro balcón.

Y sin conocer otro camino,
solamente el ya atravesado,
localizar un ambiente acertado,
consiguiendo su pertinaz objetivo.

El de nuevamente empezar
un sendero, que aunque abollado,
confía en poder nivelar.

Con el optimismo adecuado,
y esperando lo que el futuro pondrá,
en su trayecto enmascarado.

XIX
Dibujas una mustia mueca en tu sonrisa,
atropellada por tus fulgurantes labios,
muestra de que nuestro desenlace inicias
sabiendo ya, que me dejarás helado.

XXX
Caemos en la trampa de la existencia,
creyendo que tenemos derecho a ella,
y pasando por alto que la obligatoriedad señera,
es el tránsito, la muerte, la decadencia.

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